De mediciones y mirones

Publicado en por Tlacuilo

El pasado 20 de enero, nuestra ciudad celebró en forma peculiar su 343 aniversario, con la integración de un Observatorio Ciudadano, cuya intención será medir y calificar la administración municipal. Integrado por un consejo directivo de 17 personas, y uno consultivo que deberá incorporar a otras 160  pero sólo reunió a 67 en el inicio, muestra un arcoíris de integrantes, que incluye a tres ex presidentes municipales: uno que también llegó a la gubernatura –Carlos Medina Plascencia-, otro que posteriormente fue expulsado por su partido como consecuencia de su apasionada campaña para buscar una candidatura del Partido Acción Nacional –Eliseo Martínez Pérez- y otro –Harold Gabriel- que gobernó a nuestra ciudad en los mejores días de las administraciones priistas.

Salvo Hugo Villalobos, a quien nuestros gobiernos municipales y estatales involucran constantemente en consejerías de todo tipo, el resto del consejo directivo, encabezado por la también empresaria Ana María Carpio, muestra una diversidad de profesiones, intereses gremiales, concepciones ideológicas y sensibilidades sociales que parecen conferirle, de entrada, un equilibrio digno de recibir, por lo menos el beneficio de la duda, respecto a la solidez, seriedad e inclusividad con que encauzarán su trabajo.

El Observatorio Ciudadano fue diseñado desde la administración municipal, aunque bajo un proceso conducido por la Fundación Internacional para el Desarrollo de gobiernos confiables, y nace con un subsidio también del municipio para su operación, aunque la promesa  –aún  no documentada-  es  que al concluir esta administración municipal se allegue además recursos tanto estatales como federales, públicos y privados.

Contra lo que la prudencia ortodoxa dictaría, de crear este organismo como consecuencia de una amplia convocatoria que permitiera reclutar a los interesados idóneos, su integración fue convocada apenas unas semanas antes de su puesta en sociedad, abriendo así el espacio para que, en su presentación pública se deslizaran comentarios como otra vez los mismos de siempre, o la desconfianza sobre cómo se va a evaluar el municipio a sí mismo, etc. En el pecado llevará la penitencia –que, estoy seguro, es parte de sus objetivos- de informar, amplia y profundamente y por todos los medios –escritos, electrónicos y todos aquellos que ya deberán estar  descubriendo- para convocar, por ejemplo, a los 93 consejeros consultivos  que deberán completar la integración de esos 160 requeridos para su funcionamiento.

Pero… ¿por qué 160 y no 20 ó 300? Porque éstos formarán cuatro grupos de trabajo sobre los temas de desarrollo institucional, económico y social, además del medio ambiente, según la metodología de certificación de calidad IWA4, desarrollada para evaluar –y certificar- los grados de confiabilidad gubernamental, en un berenjenal de aplicación de parámetros a las actividades de este gobierno del municipio.

Y si de inclusividad se trata –entendida ésta como el hecho de ser incluyentes, que suele ser obligación de toda autoridad pública-, será pertinente conocer la forma en que este Observatorio Ciudadano interactuará o no con organismos de este tipo existentes en León, como el  Observatorio urbano de León (www.observaleón.org), que parece dedicar sus esfuerzos de medición a los ámbitos del desarrollo urbano y la sustentabilidad, y el Observatorio de violencia en contra de las mujeres (www.leon.gob.mx/mujeres/observatorioviolencia.html), financiado por el  Instituto Municipal de la Mujer, del gobierno municipal de León, y que parece ser más bien un portal web informativo sobre publicaciones y organismos relacionados con el tema.

Salud.

 Publicado el 25 de enero de 1010 en El Heraldo de León.

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