FeNaL: ¿Una larga cadena de éxitos?

Publicado en por Tlacuilo

Podríamos decir que fue un éxito, pero eso ya es costumbre. La feria del libro de León continúa colocando alto a nuestra ciudad, como muestra de un sobresaliente fenómeno sociocultural y productivo para Guanajuato y otros estados de la región.

Conocida en todo el país como FeNaL, esta feria es uno de los más acertados esfuerzos de las políticas públicas leonesas, ante la caída del sector cuero-calzado que, cuando debió competir en iguales circunstancias con productores de otros países, fue abandonado por quienes -el capital parece no tener patria, si bien es justo reconocer la persistencia de las pocas marcas que permanecieron debido a su calidad-, luego de despilfarrar cuantiosos apoyos oficiales recibidos para su "reconversión", migraron a sectores como el desarrollo inmobiliario y/o cualquier otra actividad que les requiriera menos esfuerzo empresarial.

El primer paso para fortalecer a la FeNaL consistió en liberarla de cierta hemofilia burocrática en que incurrió a lo largo de 20 años, durante los que fue presa de una constante “reinvención” provocada por la permanente novatez de sus operadores. El cambio radical inició sometiéndola a un riguroso diagnóstico técnico-social y obligándola a dejar de ser el “evento” de nueve o diez días para el que se trabajaba durante todo el año, transformándola en un centro generador de discusiones, propuestas y proyectos que desde entonces funcionan en forma permanente y a lo largo de la ciudad… ¡incluido el sector rural!

Desde entonces la FeNaL empezó a funcionar en varias direcciones. La primera de ellas fue como aglomerador de propuestas reales y eficaces para fomentar la lectura y el aprecio a las identidades locales, compartidas por escuelas, centros de trabajo y todo tipo de espacios comunitarios, transformando así a León en una ciudad ávida de publicaciones. En otra línea de interés, como aglutinador de proyectos para fortalecer la cadena del libro, viene estimulando la formación y actualización de especialistas en todas sus áreas: concepción de obras, adecuación didáctica, corrección de estilo y diseño editorial -tan poco entendido antes por las escuelas de diseño gráfico-, entre otras.

Por su parte, nuestra importante infraestructura de artes gráficas viró mucho de su capacidad hacia la producción de publicaciones. Esto permitió que, además de permanecer como "la capital mexicana del poco pero excelente calzado", ahora seamos reconocidos como el centro con la mejor producción editorial del país.

De esta forma, y para envidia de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la FeNaL se va convirtiendo en un centro de confluencia, tanto para la "consolidación" de oficios relacionados con la edición, como para el encuentro entre especialistas de las artes gráficas, quienes -confiados en la larga vida que el libro impreso tiene por delante- cada dos años muestran los avances tecnológicos de su área, casi al mismo tiempo que en los centros internacionales de vanguardia.

Por otra parte, y a diferencia de lo sucedido antes, la FeNaL ahora no es vista como un tercer o cuarto circuito a donde las editoriales lleven presentaciones de libros ya "estrenados" doce o seis meses antes en otras partes del país: ahora la consideran un espacio de primer orden, como punto inicial para sus campañas de ventas en la región.

Manifestaciones artísticas a las que durante 20 años despreció la FeNaL entre sus espectáculos, como el jazz y las músicas locales mexicanas, por fin fueron incorporadas a nuestra fiesta del libro; luego requirieron sus propios festivales internacionales que tienen, entre otras características, la de aportar excelentes ingresos bajo el rubro de "turismo cultural", convertido en importante fuente de ingresos para nuestra ciudad.

En una especie de "cadena virtuosa", hasta los operadores del recinto donde se realiza la FeNaL dejaron de considerarla "un cliente más". Al entenderla como un proyecto no lucrativo para estimular el crecimiento cultural de la ciudad, ahora le cobran rentas que permiten dedicar mayores recursos a la promoción de la feria; muchas familias visitantes ya llegan a permanecer en ella todo el día, pues hasta las cafeterías internas redujeron a la normalidad los precios de sus alimentos.

A los editores –los no trasnacionales- de todo el país, recluidos a la marginalidad por los precios que les cobran otras ferias libreras, también los beneficia este acierto, pues sólo en la FeNaL pueden contratar módulos –stands, les seguimos llamando en nuestro acelerado espanglés- a precios razonables y con presencias dignas, para proponer sus novedades al lector.

En cuanto a las tecnologías de avanzada, que también van tomando su lugar en el gusto de los lectores -sin amenazar aún la permanencia del libro impreso-, en esta feria se anunció que los obsoletos Kindle Amazon y Sony reader, verdaderos dispositivos de vanguardia hace diez años para leer e-books o libros digitales, serán pronto sustitituidos por sus creadores, para recuperar su competitividad frente a otros, mucho más baratos, ligeros y fáciles de utilizar, desarrollados en países como la India, Brasil y Costa Rica.

La FeNal ha llevado su influencia incluso a los medios de comunicación electrónicos y escritos en la región, que cada vez le dedican espacios producidos con mayor profesionalismo, lejos de aquellas notas novatas, escasas y socialeras donde antes la encasillaban.

Sin duda, es todo un privilegio vivir la plenitud de este año 2019.

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N
!excelente!!!!!! lastima que no pude ir a esta ultima edicion, pero para la otra ahi estaré. Saludos tardíos, pero sinceros.
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J
Luego de leer a Leopoldo Navarro no cabe duda de que es un gran conocedor de la FeNaL , de la cadena del libro, de la industria editorial y la de las artes gráficas… ojalá el Instituto Cultural de león envié este artículo a expositores y quienes participan de diferentes formas en la FeNaL… pues su comentario enriquecería el conocimiento de dicha feria por parte de autoridades locales y estatales para continuar impulsándola con fe, con energía, con talento.<br /> A mí por lo pronto me interesa saber más de las discusiones, propuestas y proyectos generados por la feria. 
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J
Luego de leer a Leopoldo Navarro no cabe duda de que es un gran conocedor de la FeNaL , de la cadena del libro, de la industria editorial y la de las artes gráficas… ojalá el Instituto Cultural de león envié este artículo a expositores y quienes participan de diferentes formas en la FeNaL… pues su comentario enriquecería el conocimiento de dicha feria por parte de autoridades locales y estatales para continuar impulsándola con fe, con energía, con talento.<br /> A mí por lo pronto me interesa saber más de las discusiones, propuestas y proyectos generados por la feria.  José M. Solórzano
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B
¡Aaah, bueno! La última línea con la fecha 2019 lo aclara todo.Porque si la fecha 2019 fuese una errata por 2009, entonces todo el texto que le precede sería una inmensa errata cultural.Más saludos, Tlacuilo.
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